Por Edwin y Jareli Jiménez
Me diagnosticaron enfermedad del hígado graso no alcohólico cuando tenía 23 años. En el momento del diagnóstico, aprendí que la única forma de revertir la enfermedad era cambiando mi dieta. Así que regresé a casa desde el consultorio del médico y comencé a tirar todo lo que había en mi refrigerador que no fuera verdura, fruta o legumbre, y compré proteínas de origen vegetal. Mi esposa me apoyó; Inmediatamente nos convertimos principalmente en productos vegetales.
Nunca pensé que estaría satisfecho sin proteína animal. Pero para nuestra sorpresa, ¡no fue tan difícil como pensábamos que sería! Nos esforzamos mucho en preparar comidas creativas y coloridas y nos centramos en los condimentos y los sabores. Cuando anhelábamos auténticos platos mexicanos, usábamos sustitutos para hacerlos a base de plantas e incluir más verduras. Hicimos enchiladas con finas rodajas de calabacín en lugar de tortillas; usamos caldo de verduras en el pozole. Nuestra cocina satisfizo nuestro antojo.
Pero no siempre fue fácil. Los restaurantes y las reuniones familiares no siempre incluían platos de origen vegetal en el menú. Nuestra solución fue cocinar platos a base de plantas y llevarlos a eventos familiares y aceptamos que nuestra selección de restaurantes era simplemente más pequeña.
Pero las desventajas y los inconvenientes de comer alimentos de origen vegetal valieron la pena. Al comer plantas, revertí mi diagnóstico de enfermedad del hígado graso no alcohólico en nueve meses. El eccema de mi esposa desapareció y ambos perdimos peso. Nos sentimos con más energía y no nos sentíamos hinchados. Éramos felices con nosotros mismos y con nuestros cuerpos.
Ahora tenemos un hijo y, aunque hemos reintroducido algunos productos animales, centramos nuestras comidas en las plantas. Definitivamente vemos y sentimos los efectos de reintroducir productos animales en nuestra dieta. El eccema de mi esposa ha regresado y nuestros niveles de energía han disminuido. Nuestro objetivo es volver a una dieta principalmente basada en plantas.
Una dieta nutritiva puede mejorar muchas condiciones de salud, como presión arterial alta, colesterol alto y diabetes, pero esto no reemplaza el consejo médico. Siempre consulte a su equipo de atención médica cuando haga cambios en su estilo de vida, incluso cambios saludables. Su médico puede ofrecerle orientación médica, apoyo individual y ajustar los medicamentos, si es necesario.
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